El problema de escribir guiones cinematográficos es que no siempre vas a llegar a verlos en pantalla, pero con el teatro es algo más fácil.
En la ciudad de Salamanca (en la que resido actualmente) hay un espacio de Microteatro llamado «La Malhablada» que renueva su repertorio de obras cada mes. Para el mes de junio querían hacer una convocatoria de parodias de películas, de modo que unos compañeros del master de guión y yo nos pusimos manos a la obra. El resultado:
Una sátira política basada en «El exorcista»… Lo divertido viene cuando digo que yo interpreto el papel del poseso….
Que lo disfruten.